viernes, 10 de octubre de 2014

TEXTOS ESCOLARES DE HISTORIA MATAN EL GUSTO POR LA HISTORIA

Textos escolares de historia matan el gusto por la historia
El Tiempo (Piura), La Industria (Trujillo), Correo (Regiones), 05 Oct 2014


En su artículo “Down With Textbooks” David Cutlerjan critica el uso que se hace de los textos escolares de historia en los Estados Unidos porque le dan a los estudiantes una pobre comprensión de lo que realmente significa estudiar historia (“The Atlantic” 31/1/2014)

Los textos de historia la presentan como algo acabado, que no cambia, pese a que la historia es continuamente revisada y reinterpretada. Además, son unilaterales y ofrecen una visión histórica centrada en personajes varones blancos.

Sin postular tesis o argumentos a investigar o rebatir, los textos no reflejan la manera como los historiadores abordan los problemas históricos. Todo lo escrito es predecible, los problemas ya fueron resueltos, no hay conflicto ni suspenso, y se excluye todo aquello que puede parecer negativo para el idealizado carácter nacional. Por lo demás, tienen tanta información que impiden  al lector comprender lo esencial lo que los torna aburridos.

Los profesores que no entienden lo que significa el trabajo de los historiadores se convierten en recitadores de textos usando largos bancos de datos y pruebas de selección múltiple basados en  datos que deben ser memorizados por los alumnos.  Más sentido sería llevar a los alumnos a investigar en diversas fuentes primaria para hacer sus presentaciones. Eso podría despertar más  interés y pasión que la repetición memorística de hechos irrelevantes de recordación pasajera. Pero hay que conocer historia para poder enseñarla. Además, los profesores deben ser capaces de evaluar a los alumnos sobre la base de sus lecturas personales en fuentes que tengan credibilidad científica y no con pruebas de selección múltiple. Hay que desarrollar la habilidad de evaluar evidencias, plantear preguntas e intentar responderlas usando las fuentes, escribir articulando la información para armar argumentos.  Esto es importante también para construir una sociedad democrática con ciudadanos activos, protagonistas de su destino nacional.


El uso de materiales multimedia puede mejorar el abordaje pedagógico y posiblemente por un tiempo más se usarán aún textos de historia, especialmente los que son interactivos e invitan a los alumnos a interesarse por diversas fuentes y llevar a cabo investigaciones sobre los temas de su interés. Pero aun así, nada reemplazará al buen maestro de historia, apasionado, capaz de generar pasión por la historia en sus alumnos.