jueves, 21 de mayo de 2020

DOLORES Y MISERIAS DE UNO MIRARLAS Y ACEPTARLAS





Antes que nada, quiero invitarte a buscar un lugar tranquilo un lugar donde no tengas amigos cerca con quienes distraerte, ni gente conocida a quien mirar. Ponerte cómodo, es muy importante estar cómodo, eso te va a ayudar (aunque no demasiado para no quedarte dormido).

¿Listo? Ahora hagamos una pequeña oración y pongámonos en presencia de Dios.
Pidamos para que sea Él quien nos guíe y podamos sentir su compañía durante este desierto.

En estos últimos días estuvimos viendo un poco y profundizando en nosotros mismos, descubrimos cosas buenas que capaz no sabíamos que teníamos. Esas virtudes que capaz no valoramos.

Pero ahora quiero invitarlos a hacer otro camino, tal vez sea un poco más duro o más difícil de recorrer, pero estoy convencido que es igual de importante y hasta diría que más gratificante una vez recorrido.


Te propongo leer algunos pasajes de la Biblia,

LUCAS 23: 39-43:
39. Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.

40. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?

41. Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.

42. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

43. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

MATEO 27: 23-25:
23. Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!

24. Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.

25. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

MARCOS 14: 66-72; MATEO 26: 14-16; LUCAS 2:47-53; MARCOS 15:16-20

No sé si alguna vez te diste cuenta que, en el tiempo litúrgico de la pascua, en las lecturas de cada día, quedan resaltados los defectos y miserias de cada una de las personas que aparecen en cada una de las lecturas

Pensemos en las distintas personas que aparecen: 

PEDRO: Jura y promete ser fiel a Jesús toda la vida y a las pocas horas lo niega 3 veces.

JUDAS:      Por egoísmo o ambición decide traicionar a su amigo, a su maestro. Traiciona a ese mismo Jesús a quien vio hacer milagros, a ese mismo Jesús a quien siguió durante casi 3 años,

LOS DISCÍPULOS: Los íntimos amigos, en la noche del huerto no lograron permanecer despiertos junto a Él, ni siquiera 1 hora, cuando Jesús se los pidió. Asustados, tampoco fueron capaces de acompañarlo cuando fue arrestado por los soldados.

PILATO: Un hombre que tenía la autoridad y poder suficiente como para decidir qué hacer con Jesús, y sabiendo que no era justo lo que querían hacer con Jesús, decidió lavarse las manos en público. No se animó a decirle que no a la gente.

LOS SUMOS SACERDOTES: Quienes supuestamente debían ser ejemplo del pueblo, conocedores de la “verdad”. Al ver que Jesús hacia las cosas de una forma distinta, que los “desautorizaba”, decidieron matarlo. Para no perder su fama, poder, autoridad, para no perder a sus fieles.

EL PUEBLO: Imagínate, la cantidad de gente que habría estado gritando ese día, la cantidad de gente que ni conocía a Jesús, pero igual gritaban a favor de la crucifixión, por que nadie se animó a ser distinto al resto.

Ahora te invito a que pienses, que trates de ponerte en el lugar de cada uno de estas personas, imagínate que harías tú en esa situación, si quieres lee de nuevo los pasajes. ¿Cuántas veces fuiste como Pedro? ¿Cuántas veces prometemos fidelidad eterna y terminamos haciendo lo contrario? ¿Cuántas veces traicionamos a un amigo, a un hermano?

Y... ¿cómo Pilato? ¿Cuántas veces nos lavamos las manos para dejar la conciencia tranquila? y ¿Cuántas veces fuiste Pueblo?, ¿que no se anima a decidir solo, y sigue la masa?

Y ¿como Judas? ¿Cuántas veces traicionamos porque ponemos nuestro egoísmo primero? Y ¿como los Sumos Sacerdotes? ¿Cuántas veces sentimos envidia y terminamos molestando o criticando al que hace las cosas mejor que nosotros?

Te propongo que pienses y que escribas todas esas actitudes que tenemos, que nos alejan de Dios, que no nos hacen bien, que no nos ayudan a ser mejores personas, en todas esas cosas que en el fondo nos causan un profundo dolor.

Pensemos cuáles son nuestros dolores, cuáles son esas cosas en las que no podemos pensar o no podemos nombrarlas sin sentir una enorme angustia, una molestia, ..., que te irritan, esas que no puedo tolerar o simplemente que me hacen sentir incómodo. Esas cosas que me dan vergüenza propia y ajena; esas cosas que siempre te guardas y no le decís a nadie.

Acuérdate que esto queda sólo entre Dios y tu nadie más; nadie va a leer tu cuaderno. Ahora estás en el desierto, estás solo con Dios.

Sé que es difícil y que seguramente no te sientas muy cómodo, pero te invito de nuevo y te propongo que escribas, que escribas todo lo que te salga, escribí sin pensar, no mires lo que escribís o cómo lo escribís.

Piensa cuáles son esas cosas que te amargan el día, esas cosas que simplemente te “impiden” ser feliz.

Pensemos en esa gente que casi no conoces, pero cada vez que la ves o te enteras de lo que hicieron, no lo podéis tolerar, te enojas tanto, que no podéis sonreír.
Escríbelas:

Ahora piensa en tus amigos qué es lo que te molesta de ellos. Qué cosas hacen o dejan de hacer, esas cosas que dicen, que te lastiman, a veces hasta casi sin darse cuenta.

Escríbelas:

Y de tus hermanos, ¿qué cosas no compartís, qué cosas no aguantáis de ellos, qué cosas hacen o dejan de hacer que te molestan, no toleras?
Escríbelas:

¿Y de tus viejos?, ¿qué es lo que te molesta? ¿Lo que te duele?, ¿Cuáles son esas actitudes que nos molestan, esa forma de decir las cosas?, ¿qué es lo que te pone triste o te enoja?

Escríbelas:

¿Cuáles son esas cosas que no podemos aceptar de nuestros viejos, de nuestros hermanos y de nuestros amigos? Esas cosas que a tu criterio ellos tienen que cambiar.

¿Y de ti mismo? ¿Qué te molesta? ¿qué cosas no te aceptas a vos mismo? ¿Cuáles son esas cosas que tendrías que cambiar de ti mismo? ¿te quieres a ti mismo? ¿te respetas? ¿Cuáles son esas cosas que no le cuentas a nadie, esas cosas que sólo sabe Dios y que tu no queréis mirar?

Toda esa miseria que tenéis adentro, tan bien escondido abajo del cigarrillo, del alcohol, del boliche, de la moda, manteniendo mi imagen intacta “yo soy perfecto” que casi no sabes que la tenéis pero que al mismo tiempo molesta tanto y te hace sentir tan incómodo que no podes estar solo y en silencio mucho tiempo, por que cuando frenas y  te das cuenta que estas haciendo un esfuerzo enorme para mantener una imagen que no es tuya te das cuanta que adentro tuyo existe una persona distinta al resto y eso nos da miedo.

Te invito a que empieces a escuchar lo que tenéis dentro.

¿Piensa qué cosas no te aceptas de ti mismo, Tu cuerpo? ¿Tu personalidad? Capaz no son tan graciosos o tan inteligente como queréis. Capaz no eres el centro de tu grupo o capaz haces muchas cosas que no queréis hacer, cosas que no harías si no fuese por tus amigos o familia.

Piénsalo, Escribidlo.

Te invito a que hoy arranques a hacerle frente a estas miserias, que averigües quién eres realmente, y así poder elegir y quedarte con lo bueno que te ofrece la sociedad y con lo bueno que hay adentro tuyo. Pero para eso es necesario aceptar tus miserias, es necesario reconocernos imperfectos. Es necesario que nos aceptemos a nosotros mismo, tal cual somos.

Aprovecha el día de hoy para ofrecerle todas esas cosas a Dios, ponerlas en sus manos, y pídele que te enseñe a quererlas. Que te ayude a abrazar todas esas cosas que no te gustan, y de a poco y con mucha paciencia tratar de mejorar.

Dios nos invita a que le ofrezcamos todo lo que somos, esas cosas buenas que tenemos, pero también las cosas malas. Dios no tiene vergüenza de recibir nuestros dolores y pecados, Jesús los cargó sobre sus hombros, no se avergonzó de la traición de Pedro (aunque seguramente le haya dolido), ni del pedido del buen ladrón. Dios está al lado de nosotros porque es perfecto, sino todo lo contrario, Dios está al lado de nosotros porque somos imperfecto.

Aprendamos de Pedro, que, habiendo traicionado, se dejó mirar por Jesús, se arrepintió, se reconoció imperfecto y pide perdón confiando en la misericordia de Dios. O como el Buen Ladrón que, a pesar de todos sus pecados y miserias, se anima a mirar a Jesús en la Cruz, y a reconocerse necesitados.

A eso estamos invitados hoy a mirar la Cruz, teniendo la humildad de sabernos pequeños.

Por último, te invito a que escribas en la maderita que te dieron, esas cosas que queréis ofrecerle a Dios, esas cosas que capaz queréis cambiar, aprender a aceptar, esos dolores...

Ahora sí lo ultimo que te invito a que hagas es una oración antes de terminar; lo que más te guste o como mejor te salga. Sólo vos y Dios nadie más. Yo los dejo para que hablen de lo que quieran... (para que hables con Él, no con el de al lado) ... regálale este tiempo que tenéis.


VINE PARA QUE TENGAN VIDA Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA





Buenas... ¿cómo estás? Soy María Magdalena. Esta bueno este lugar que elegiste para sentarte. ¿Podríamos charlar un rato? Quería invitarte a que subamos a una barca y vayamos a las profundidades de tu corazón. ¡Hacedme un favor, suelta el cabo y zarpemos! Ya sé que todavía no nos conocemos, pero hay tiempo. Te voy a contar un poquito quien soy. Aparezco un par de veces en la Biblia. Bueno, soy la pecadora, la prostituta. Yo vendía mi cuerpo por plata. Eso era tan malo, que, si te descubrían, eras cadáver.

 Pensar que me querían matar, me hubieran matado. Todas esas piedras una tras otra me iban a golpear. No sé si hubiera sido capaz de soportar semejante dolor. Una culpa me amargaba, era la culpa de mi infelicidad. Yo no estaba arrepentida por ser prostituta, estaba arrepentida por ser infeliz. Yo me vendía en busca de AMOR, pero nunca lo había podido conocer realmente.

 Cuando me tomaron de los brazos y me arrastraron tuve muchísimo miedo. Hombres llenos de ira y violencia me acusaban, me condenaban. Me dolía mucho. Porque eso era un reflejo de que yo no sabía vivir. Entre el ruido a mi alrededor y el llanto de mi corazón, yo estaba perdida. Sentía una profunda angustia. Las ganas de salir corriendo y gritar hasta quedarme sin voz me invadían. Quería desaparecer.

 ¿No te pasa que te sentís así? ¿Sin ningún sentido? ¿Lleno de miedo? ¿Qué todos te acusan? ¿Esclavo de tu infelicidad?

 De repente, todo se paró. Mis jueces se frenaron ante Él y como increpándolo le dijeron:

“La ley de Moisés ordenó que se mataran a pedradas a esta clase de mujeres. ¿Tú que dices que hagamos?”

Él se inclinó con calma y empezó a escribir con el dedo en la tierra.

Como seguían preguntándole, les dijo:

_ El que no tenga pecados que tire la primera piedra.

Después siguió escribiendo. Cuando vi que todos se iban yendo, empecé a llorar, no entendía nada. ¿No me iban a matar? ¿Quién era este hombre que con sólo decir unas palabras me liberaba de mi condena?

 ¿Podés creer? ¿Alguna vez te sentiste perdonado así? ¿Liberado de tu cruz, de ese peso que venías cargando hace tanto?

 Cuando nos quedamos solos, me MIRÓ, y con esa mirada cambió mi vida. Me penetro por completo, me hizo tener ganas de ser otra, de vivir amando. Esa mirada no me juzgaba, por primera vez en mi vida, alguien me miraba con AMOR, y no pedía nada. Lo único que me dijo fue: _ Mujer, ¿dónde están los que te juzgan? Anda en paz y en adelante no peques más.

 Jesús te perdona así, siempre, solamente quiere que estés bien, liberarte de tu dolor.

 En ese momento descubrí mi vocación a la santidad, a amar como Jesús y seguirlo siempre. Me pudo. Pensar que todo me daba igual, hasta que lo vi. Me hizo creer en mí... Darme la oportunidad de mirarme como me miraba él, con un AMOR sin reproches, lleno de misericordia y que me lleva cada día a querer ser mejor. ME MIRÓ, ME AMÓ y ME TRANSFORMÓ.

 Ahora te propongo una cosa, no vengo a recriminarte nada, sólo tengo una propuesta que sé que te va a hacer FELIZ. ¿Alguna vez te contaron porque murió Jesús? Bueno fue por ti. Él quiso, me lo contó, lo hizo para que tus pecados te sean perdonados y no tengas que cargar con ellos. Vino al mundo por los que estaban perdidos, como tu y yo, para los que necesitan una esperanza, vino a darnos su amor a todos, especialmente a ti. En un lugar del Evangelio Jesús dice: VINE PARA QUE TENGAN VIDA Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA. Es verdad, Jesús no es un mentiroso.

 A veces miro al mundo y me apena que tantos no sepan que los ama. Que Jesús los espera para que lloren en su hombro o rían con él. Por eso, vengo a invitarte a una vida nueva, llena de luz...

 Hoy me gustaría que revisemos juntos las cosas que te alejan de su amor, del camino. Esas cosas que te mantienen lejos, en las tinieblas, sufriendo. Esas cosas que no te permiten ver tantas maravillas que tiene el mundo, disfrutar a pleno, a full como dirías tú. Sí, esas cosas son lo que te imaginas... tus pecados, tus miserias, tus debilidades.

 Me sorprende como asusta esa palabra: “PECADOR”- Creo que es porque tienen un concepto erróneo. Ser pecador no significa ser malo, ni ser un desastre, ni que Jesús va a dejar de amarte. Ser pecador significa simplemente ser hombre y esa es tu naturaleza, así que no tienes por qué avergonzarte, sería mejor que lo aceptes. ¡Ah! Otra cosa que me causa gracia. Ser pecador NO ES SER CANCHERO. _ Uy estoy lejos de DIOS, puedo hacer lo que quiero, ¡tengo el mundo a mis pies! La tengo clarísima, no me para nadie. Para empezar DIOS puso el mundo a tus pies, así que, si estás lejos de Él, no la tienes nada claro, es más yo te diría que la tienes oscurisima.

 Pero bueno déjame explicarte una cosa antes de empezar: PECAR ES NO ELEGIR AMAR. EL PECADO ES UNA FALTA DE AMOR. Se que a veces te debe costar amar, como a todos, se que hoy se te hace difícil porque te tironean de todos lados, pasan muchísimas cosas y vos justo estas creciendo, te estas formando. Sé que la humanidad tiene que pagar muchos platos rotos y de repente el que para la gansa no es el que los rompió. Sé que hay muchísima desesperanza, demasiada mentira y salidas que no llevan a ningún lugar, como la droga, el alcohol, el sexo fácil. Me doy cuenta de que todas estas cosas te confunden y ya no se sabe distinguir entre el bien y el mal.

 Pero existen y la tentación del egoísmo, de la comodidad, de lo fácil, de no amar, está todo el tiempo y te aseguro que cada vez que tú eres presa de eso te alejas más de Jesús-. No se trata de cuantas minas te comes en el boliche, o de cuántas veces le tiras del pelo a tu hermanita por el control remoto, o de cuando les mientes a los demás, ni de las borracheras que te agarras. SE TRATA DE SER CRISTIANO.

 ¡Aja! Ser cristiano, otra vez, ser cristiano no significa solamente rezar a la noche, ir a misa los domingos, creer en un DIOS que te conviene, de repente, por ahí comulgar. Ser cristiano es SER DE DIOS, ser como JESÚS, que es DIOS hecho hombre. Tratar cada día de amar más, de comprometerte con tu realidad. Ser cristiano significa aceptarte y aceptar a Jesús.

 ¿Te consideras que eres cristiano? ¿Darías lo que fuera por amor a DIOS? ¿el té elige? ¿nos permite aceptar a Jesús en todos los momentos de la vida?

 Hagamos una cosa, yo ya hablé mucho, ahora cuéntame tu. ¿Cuáles son las cosas que no te permiten ser amigo de Jesús? ¿Cuáles miserias no te dejan amar como te gustaría?

 Quiero mostrarte una parte del Evangelio (no te olvides que acá está escrita la verdad, lo que Jesús dice, en castellano:

“POR NADA ESTÉIS AFANOSOS, SINO SEAN CONOCIDAS VUESTRAS PETICIONES DELANTE DE DIOS EN TODA ORACIÓN Y RUEGO, CON ACCIÓN DE GRACIAS” (Filipenses 4: 6)

 Esto es como un examen de conciencia para que pienses bien y después de contestarte las preguntas escribí en la maderita que te dieron todo lo que necesitas que Jesús te perdone, para que haga contigo lo mismo que hizo conmigo, para que te transforme.

¿Te alegras de estar vivo?

Cuando estás triste ¿qué salidas buscas para estar mejor? ¿Confías en las personas que te quieren? ¿Vas a ver a Jesús?

¿Te angustias por cosas que no tienen demasiada importancia?

¿Te quejas seguido?

¿Soy capaz de agradecer los dones que me dio Jesús? ¿tus amigos? ¿tu familia? ¿tu vida?

¿Cómo sos con los demás? ¿Con tus enemigos? ¿Con los que están solos?

¿Te la pasas señalando los pecados de otro?

 Bien sabes que cada vez que hagas lo que hagas por más mínimo que sea, Jesús está ahí al lado tuyo mirándote como a mí, perdonándote, amándote y muriendo en la cruz por ti.

miércoles, 13 de mayo de 2020

UN ALCALDE O UN JUEZ SU RESPONSABILIDAD ES PROCURAR QUE LA JUSTICIA SE ADMINISTRE





1 TIMOTEO 6: 10

“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.

Cuando un sirviente e la iglesia o un predicador llega a ser avaro, deja de ser útil. No puede predicar como debe. Tiene miedo de ofender a los hombres y se deja sobornar por el silencio. Su boca se cierra y deja a los hombres hacer los que quieren. No puede decir ninguna palabra de advertencia a nadie, menos a los grandes y poderosos. Descuida su responsabilidad pues no castiga a los injustos.

De la misma manera un alcalde o un juez. Su responsabilidad es procurar que la justicia se administre. Por eso no debe pensar cómo puede adquirir riquezas y llenar su vida de gozos. Porque si sirve a las riquezas, se deja sobornar con dádivas. Así se ciega y no ve cómo viven los hombres y piensa. “Si castigo a éste o al otro pierde sus amistades y quizás también mis bienes”, Aunque un juez así tenga un puesto importante el cual le ha dado Dios, sin embargo, no puede cuidarlo de una manera justa. Se encuentra imposibilitado si las riquezas tienen cautivo su corazón.

La gente quiere enriquecerse. Los cristianos también son tentados a esto. No obstante, el deseo de riquezas está lleno de peligros. “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y ainas, que hunden a los hombres en ruina y perdición.” ¿Cantas vidas que son controladas por el deseo de riquezas? ¿Acaso no han seguido el mismo camino: se han rendido a la tentación, han sido atrapados en el pecado, son llevados a acciones totas y sin sentido, ¿y se han perdido en la ruina final? El curso de los acontecimientos no siempre puede ser evidente de una manera externa. Parecía que, para el hombre rico, “que se vestía de púrpura y de lino fino, y celebraba todos los días fiestas esplendidas”, todo marchaba bien. El que él había sucumbido a las tentaciones de las riquezas, y que estaba atrapado en un estilo de vida que lo llevaría a la ruina, no se hizo evidente hasta que murió y se encontró en el infierno (Lucas 16: 19-31).

El dinero en sí mismo no es lo malo. El Señor hizo de Abraham un hombre rico. La mayor parte de los cristianos son bendecidos con más dinero del que es necesario para suplir un mínimo de alimento y de abrigo. A los cristianos hasta se les pueden otorgar grandes riquezas y pueden servir a Dios con ellas. Pablo escribe que es “el amor al dinero” el que es la “raíz de todos los males”. La actitud que el corazón tiene hacia las riquezas se convierte en la raíz del problema. El amor al dinero, ser “ambicioso”, lleva a toda clase de maldades. El joven rico, aunque llevaba una vida virtuosa, amaba sus riquezas, le volvió la espalda a Cristo y se alejó de él. Judas amaba el dinero y traicionó a su Señor, y después en dolorosa desesperación se quitó la vida. (El dinero), el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron a sí mismos con muchos dolores. ¡Que contraste el contentamiento con las promesas de Dios contra la avaricia que lleva a la ruina final!

lunes, 11 de mayo de 2020

TENIENDO DESEO DE PARTIR Y ESTAR CON CRISTO





Cuando mi sobrina Rosemary era niña, fue durante una semana de retiro de verano con un grupo cristiano. Después de unos días, recibimos una carta de ella dirigida a su mamá, o sea mi hermana mayor y a mi Cuñado, y decía simplemente “por favor vengan y llévenme a casa hoy mismo”.  Lo que su mente infantil no podía comprender era, desde luego, que pasarían algunos días hasta que recibiéramos su carta y otros más antes de que pudiéramos ir a buscarla. Lo único que sabía su corazón de niña era que añoraba estar en casa con mamá y papa… y algo así puede ser difícil para un pequeño.

Filipenses 1. 23
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;

Las palabras elocuentes y llenas de gozo de Pablo expresan la actitud que todo cristiano debe tener hacia la vida y hacia la muerte. Para un cristiano, vivir es Cristo. La verdadera vida es imposible sin Cristo, la gran meta de la vida de todo cristiano debe ser servir y glorificar a su Señor. Si Cristo es verdaderamente nuestra vida, nuestra obsesión con él y nuestro gozo en él serán evidentes en todo lo que hagamos. Nuestros pensamientos y nuestros planes estarán centrados en él, y nuestras palabras y acciones constantemente darán testimonio de nuestro compromiso con aquel que nos ha hecho nuevas criaturas espirituales mediante la fe Jesús.

Pero sabemos que no siempre es fácil llevar una vida así ni reflejar este compromiso. Hay muchos obstáculos y enemigos, incluyendo la naturaleza pecaminosa que dentro de nosotros quiere que vivamos sólo para nosotros mismos. Sin embargo, como Pablo, podemos encontrar la fuerza para vivir por cristo en lo que el Espíritu Santo nos da a través de los medios de gracia. Podemos orar confiadamente por las ricas bendiciones que nos da el Espíritu. A medida que aumentamos diariamente en la gracia, en el conocimiento y en la fe viva, podemos hacer que las palabras de Pablo también sean nuestra propia confesión. “Porque para mí el vivir es Cristo”.  Solamente en esta clase de vida podemos encontrar verdadera satisfacción y gozo.

A veces podemos ser como mi sobrina Rosemary cuando pensamos en este mundo. Es fácil anhelar estar con Jesús y empezar a desear vivir ya en nuestra “morada eterna”, sabemos que este mundo nunca será realmente nuestro hogar. Como el apóstol Pablo, sentimos particularmente esto cuando las luchas de la vida son difíciles. Mientras estaba en Roma aguardando el juicio, el apóstol escribió: “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;” Filipenses 1: 23. Le encantaba servir al Señor., pero una parte de él añoraba estar con el Salvador.

¿Qué consolador es saber que tenemos la esperanza de estar con Jesús… e un hogar que es muchísimo mejor!



RLM

miércoles, 6 de mayo de 2020

SI VAS A COMUNICAR EL EVANGELIO CON EFICACIA, TÚ MISMO DEBES SER IMPRESIONADO CON EL MENSAJE





Esta usted invitando a una nueva familia, a espera que su congregación lo haga. ¿Por qué? La causa de Dios seria servida mejor con una conversación:

"Nos encantan que usted estuvo adorando con nosotros ayer. Lo consideramos un privilegio de compartir la palabra de Dios con la gente; para eso estamos en el negocio." "Bien, gracias, pastor. No hemos decidido todavía en qué iglesia vamos a establecernos. " "Esa es su decisión, y no quiero interferir. Quiero prometerle, aunque, la palabra predicada en nuestra iglesia es lo que usted necesita. Si usted desdiera hacer de nuestra congregación su hogar la iglesia, nuestra puntería seria grande en ayudarle a encontrar Ayuda de DK>s, satisfacer ese propósito que Dios tiene en mente cuando él lo puso en esta tierra-."

Nuestra actitud hacia esa gente es que sea nuestros miembros. Pero la tentación de mirar a estos miembros como partidarios, en vez de mirar como hijos o hijas de familia del Rey de reyes.

Busca un área de la vida de la congregación como el área de finanzas, no es que la congregación necesite en esa área, deberá buscar que algo de la rama no es sana, ahí deberá ir.

El interés del pastor en el bienestar de las almas es evidente con el comportamiento que demuestra en el púlpito, el pastor. ¿Cómo puedo tener contacto usual decente cori la gente que Dios me ha llamado para ayudar si estoy consultando un manuscrito del sermón, en el pulpito?

Deje de hacer esto y agregue lo siguiente: "El pastor que habitualmente consulta su manuscrito en el púlpito no tiene problemas en el pulpito". Porque la comunicación del evangelio significa con eficacia: la predicación deberá ser de corazón a corazón sin intermediarios.

Todo lo dicho anteriormente sobre la importancia del contacto visual durante el sermón se aplica igualmente al conducir la liturgia. Porque el servicio de adoración se obscurece cuando la cabeza del liturgista se entierra en un libro su cabeza. Por lo tanto, el pastor tendrá como meta ser independiente del libro que conduce la liturgia, especialmente en las partes que el pastor está al frente de la congregación.

Si vas a comunicar el evangelio con eficacia, tú mismo debes ser impresionado con el mensaje. Pero si te causa vergüenza, usted lo demostrara, y los resultados de su prédica serán que sus oyentes, no serán impresionados. Cuando comunique el evangelio no haga una apología. No sea tímido y medio callado en el pulpito en su predicación. Como ejemplo: "Un vendedor de TV que intenta venderle un producto como un desodorante, en la presentación el menciona los méritos del producto. ¿Atrévase a ser positivo en la presentación del mensaje que ha sido significativo en nuestras vidas? .........
El señor de la Iglesia, no nos ha llamado para ser sus abogados, para discutir su caso, sino para ser sus testigos. A la gente que le habían no quieren discusión sino necesitan testigos, "Haced este trabajo que es cosa de los cristianos”. No se tiene que discutir el evangelio, porque el evangelio se prueba solo el mismo. Pero muchos están tan ocupados defendiendo el evangelio que han olvidado predicar buenas noticias robustas.

Atrévase no se sienta derrotado sobre nuestro mensaje, porque servimos a un Señor vivo, un Señor que derroto al viejo enemigo malvado y que nos ha prometido: "Las puertas del infierno no prevalecerán contra mi Iglesia".

Las palabras de la Escritura hay una fuente abundante de energía, ¡energía que libera a!  hombre de la culpabilidad del pecado, energía para cortar de un hombre la esclavitud de Satanás; energía que consolidad a un hombre a un hombre para vivir una vida nueva, que Dios ha llamado a vivir.

Cuando usted se sienta para escribir su sermón y cuando usted camine en el pulpito en su predicación, crea con todo su corazón que la energía de Dios está esperando para ser lanzada. Cada vez que usted entre en el  pulpito pregúntese: "Esta usted predicando con expectativa y si no puede predicar con tal confianza, es mejor estar fuera del pulpito.


Cada vez que usted entrega un sermón usted está hablando dos idiomas simultáneamente. Uno es la lengua de la mente; ésa es la lengua puesta en escrito en las páginas de su manuscrito del sermón. Pero hay una segunda lengua que usted habla del púlpito, y ésa es la lengua de las sensaciones del altavoz, sus emociones íntimas.

Un libro rústico reciente ofreció este comentario perspicaz:

Necesidad de estas comunicaciones simultánea, al decir la misma cosa. De hecho, pueden y dicen a menudo exactamente enfrente de cosas, en este caso el mensaje de las palabras no es disminaido simplemente por el mensaje contrario de las sensaciones; está cancelado realmente. (Stevenson y Diehl, alcanzando a la gente del púlpito, 73)

La regla para la comunicación eficaz del evangelio debe ser: Para no engañar o confundir a sus oyentes, este seguro que en su sermón la lengua de la sensación apoya la lengua de la mente. Actuemos en el pulpito pensando que hablamos con nuestra boca. El hacer una serie de posturas con nuestro cuerpo, es decir caminando de un lugar a otro. Esto no es malo, excepto cuando nuestros cuerpos hablan una boca y nuestras palabras otra cosas.

Stevenson y Diehl precisan, que hay realmente tres relaciones posibles del cuerpo de un altavoz y su discurso.

1.                 Su cuerpo puede entrar el púlpito como un pasajero pasivo, inerte que va simplemente adelante para el paseo. El altavoz habla como si él no fuera nada sino cabeza; debajo de su cuello tiene cualquier parte en lo que él está haciendo. Si había cualquier manera de arreglarla, su cuerpo podría del mismo modo jugar golf o la pesca que iba.

2.                 El cuerpo de un altavoz puede acompañarlo como un muchacho dañoso doblado sobre la atención. Hay agitación corporal, pero no apoya o no consolida lo que está diciendo. El dedo índice repite es gesto sin sentido, o el locutor vacila nervioso el talón para tocar con la punta del pie y guarda el despedir hacia arriba y hacia abajo.

3.                 El cuerpo de un altavoz puede traer a su discurso el peso entero y la fuerza total de la personalidad. El sermón es entonces no sólo una religión del hablar; es una demostración viva de él. Los miembros del cuerpo son entonces instrumentos de los pensamientos del altavoz. La ceja levantada , los hombros de encogimiento, el leve inclina o erige la postura, el puño apretado, el dedo acentuado, la sonrisa , el fruncir el ceño-todo refuerza el mensaje que sale de la boca del altavoz. Aquí, está seguramente un componente importante de la comunicación eficaz del evangelio.

En analizar altavoces, dos tipos opuestos se pueden encontrar, cada uno tan notable como el otro. Hay los que exhiben el genio escarpado de poder tomar algo simple y torcerlo en algo oscuro y oscuro. Recuerdo leer sobre un pastor que en una conferencia pastoral fueron invitados para agradecer a las señoras, por servir el almuerzo, y que respondió exprimiéndoles el aprecio para "socializar nuestra cópula intelectual." Hay predicadores como el que pueda tomar el simple y torcerlo en el oscuro. ¡Pero hay también eso-y puede su aumento de la tribu! - quién posea, o se han convertido más probablemente, la habilidad para tomar algo profundo y presente él con la simplicidad, una simplicidad que glorifica a dios y edifiques a gente. Esto está comunicando el evangelio con eficacia.

¡Vaya, y haga además!

DIOS HA USADO GOBERNANTES PAGANOS PARA HACER ALGÚN BIEN PARA SU PUEBLO





En tiempos como éstos, en que las economías mundiales van de pique, en que siempre más países se acercan a tener armas nucleares, la tentación también para cristianos es desesperarse de que se pueda hacer sentido del mundo, que hay alguien que está en control y que la vida no es solamente un gran juego de azar. Después de la derrota de su país y su exilio en Babilonia, esto debe haber sido una gran tentación a los creyentes que quedaban entre los que sufrieron el destierro y la pérdida de su vida de culto en el templo. Isaías escribió esta profecía aun antes del exilio animando proféticamente al pueblo con las noticias de que su exilio llegaría a su fin, que serían restaurados a su patria, y que allí con fe podrían esperar la fecha en que Dios enviaría el Salvador prometido para su pueblo y para el mundo.

Aquí Isaías hasta da el nombre de aquel que derrotaría a los enemigos del pueblo de Dios y liberaría a Israel. Con esto dio a entender a ellos y a nosotros que El Señor controla el mundo en beneficio de su pueblo.

I.                    Levanta un rey como Ciro y lo hace invencible.

II.                 II. Lo hace en beneficio de su pueblo.

III.               III Así muestra que sólo él es el Señor.

Cómo demuestra el Señor que él está en control. Levanta a Ciro y lo hace invencible. Aunque enfrenta los poderes más temibles de su tiempo, su avance se hace imparable. Ciro nació alrededor del año 590 a.C. Para el año 550 vence a los medos bajo el rey Astíages para controlar gran parte de lo que ahora es Irán. Tres años más tarde conquista Lidia, para controlar gran parte de lo que ahora es Turquía, y luego también muchos lugares de habla griega en lo demás de Asia Menor y al norte de Grecia y Macedonia. Extiende sus dominios en Persia o Irán entre 546 a 540, y finalmente toma Babilonia casi sin resistencia en 539 o 538 antes de Cristo, así llegando su imperio a alcanzar toda Mesopotamia y la costa del Mediterráneo hasta la frontera de Egipto. Y todo esto en poco más de 1O años.

Realmente son hazañas asombrosas, que hacen de Ciro uno de los grandes conquistadores en la historia del mundo.

¿Pero cuál fue el secreto de su éxito?

Nuestro texto nos dice: "Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir puertas delante de él, puertas que no se cerrarán: Yo iré delante de ti y enderezaré los lugares torcidos".

A Ciro se llama el ungido de Jehová. Quiere decir que el Señor mismo lo ha escogido para hacer una misión particular, y que el Espíritu de Dios lo capacita en alguna forma para que pueda cumplir con éxito la tarea del Señor. Otra manera de expresar la misma idea es que Jehová lo "tomó por su mano derecha". El Señor mismo lo guiará en todo lo que logra.

Será invencible.

Cuando nos preguntamos cuál será esa función para la cual Ciro es el elegido, veremos que es para cumplir con la voluntad de Dios en lo político. Será "para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir puertas delante de él, puertas que no se cerrarán."

Aquí se profetiza toda esa vertiginosa carrera de Ciro que recitamos un poco antes. Sería invencible en la guerra. Las más fuertes fortificaciones serían corno papel delante de él. Conquistaría los imperios más fuertes de su tiempo. Y todo con la ayuda del Señor quien lo eligió para cumplir su voluntad. "Yo iré delante de ti y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce y haré pedazos cerrojos de hierro".  Aun el imperio al parecer invencible de Babilonia que había oprimido al pueblo de Dios por 70 años tendría que rendirse ante él. Tenía defensas formidables. Hubo doble muros, el exterior de 47 km de largo y tan ancho que se podía manejar carros arriba del muro, con muchas torres y con ocho grandes puertas imponentes. Sin embargo, las fuerzas de Ciro desviaron la fluencia del río Éufrates y entraron y tomaron la capital de ese gran imperio casi Sin resistencia. Sus grandes muros y puertas nada le valieron a Babilonia. ¿Por qué? Porque Dios había decretado el fin de su poder y opresión.

Además, Ciro recibirá una gran recompensa por haber hecho la voluntad de Dios. "Te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados". Los tesoros de una ciudad tras otra se convertirían en la tesorería real de Persia. Particularmente la inmensa riqueza de Babilonia, producto de sus despojos y los tributos exigidos de todas las naciones tributarias pasaría a Ciro. Es como escribió Habacuc: "¿No se levantarán de repente tus deudores y se despertarán los que te harán temblar? Tú serás como despojo para ellos. Por cuanto has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán a ti, a causa de la sangre de los hombres, y de las violencias hechas a la tierra, a las ciudades y a todos los que en ellas habitaban" (Hab 2.7-8).

¿Y para qué daría Dios todo este poder, todo este éxito a Ciro? Lo hace en beneficio de su pueblo. Nunca fue la intención de Dios que Israel sufriera para siempre en el destierro, que fuera aniquilado por los ejércitos de Asiria y Babilonia. Más bien quería disciplinar a su pueblo, purificar un remanente, para que volviera a su patria para allí esperar la venida del Ungido por excelencia, el conquistador espiritual de todos nuestros enemigos espirituales, el Señor Jesucristo. Así dice nuestro texto:  "Por amor de mi siervo Jacob, de Israel, mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse un nombre insigne". En el capítulo antes de nuestro texto el último versículo dice: "Yo soy el que dice de Ciro: 'Es mi pastor y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: 'Serás edificada', y al Templo: 'Serán puestos tus cimientos'" (Is 44.28).

Y efectivamente, tan pronto como los persas bajo Ciro pusieron fin al dominio de Babilonia, se nos informa: "En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra de Jehová anunciada por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro, rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito en todo su reino, este decreto: «Así ha dicho Ciro, rey de Persia: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha mandado que le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, sea Dios con él, suba a Jerusalén, que está en Judá, y edifique la casa a Jehová, Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén. Y a todo el que haya quedado, en cualquier lugar donde habite, que las gentes de su lugar lo ayuden con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en Jerusalén" (Esd 1.1-4).

¡Piensen en esto! Ejércitos marchando, grandes imperios derrumbándose, poderes económicos y militares tambaleándose. Verdaderamente fueron tiempos agitados. Los chinos tienen una maldición: "Que vivas en tiempos interesantes". Las naciones en ese tiempo vivirían en tiempos interesantes, tiempos revueltos. Pero había Alguien detrás de todo lo que estaba pasando, alguien que seguía amando fervorosamente a su pueblo, alguien que estaba usando todo ese aparente caos de guerra y conquistas con su propio propósito, que era de bendecir y restaurar a su pueblo a la tierra que les había dado por herencia.

Y el mismo Dios nos da la misma seguridad. Nos promete que Nunca os dejaré ni os desampararé. Nos promete que a los que aman a Dios, a los que son llamados conforme a su propósito, todas las cosas les ayudan a bien. Asegura a su iglesia que las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Todo Apocalipsis fue escrito para que sepamos que Cristo sigue reinando a pesar de todos los ataques y todas las tribulaciones que experimentan los creyentes y la iglesia en este mundo.

Por medio de la obra de Ciro el Señor mostraría que sólo él es el Señor.  Aun Ciro mismo, un rey pagano, debe darse cuenta en alguna forma que es un instrumento de Dios y que él lo está usando para beneficiar a su pueblo. "Para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre". No quiere decir necesariamente que llegó a ser un verdadero creyente en Jehová. Pero aun el decreto en el libro de Esdras muestra que tuvo alguna conciencia de este hecho: "Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha mandado que le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá''.

Sin embargo, el texto también dice varias veces de Ciro: "Aunque no me has conocido". August Pieper comenta: "Si Ciro llegó a conocer al Señor en fe o no se tiene que dejar sin decidir. Una inscripción, descubierta en 1879 que ahora está en el museo británico lo describe como un politeísta y un indiferentista". También la historia lo presenta tomando las manos del dios Marduk en Babilonia y proclamando que respetará la religión de los diferentes pueblos.  Pero sí se puede concluir por lo que dice la Biblia que Ciro reconoció que Dios lo había enviado y que el Dios de Israel fue el Dios verdadero.

Pero ese conocimiento debe llegar aún más lejos. "Para que se sepa desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, que no hay más que yo. Yo soy Jehová, y no hay ningún otro." Jehová es el nombre de Dios que resalta su fidelidad a sus promesas. No habría otra explicación por esta milagrosa liberación de su pueblo por el servicio de Ciro el conquistador. Pero como Ciro es un tipo de Jesucristo, nuestro libertador espiritual, también se algo que, por la predicación del evangelio, anunciando su victoria sobre nuestros peores enemigos, muchos en todas partes del mundo llegan a reconocer que el Señor es el único Dios, y que la salvación viene de él.

El texto concluye con las palabras: "Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago la paz y creo la adversidad. Solo yo, Jehová, soy el que hago todo esto." Tiempos oscuros de prueba, y días brillosos de liberación. Paz y bienestar, y adversidad que nos prueba, disciplina y fortaleza, todo esto viene de Dios y está bajo su control.

No es la última vez que Dios ha usado gobernantes paganos para hacer algún bien para su pueblo. Podemos pensar en Alejandro Magno, que formó un imperio desde Grecia para incluir Egipto y hasta la India. Un resultado fue que el griego llegó a ser un idioma mundial y el idioma del Nuevo Testamento, un idioma en que todo el imperio romano y más allá de sus fronteras podía escuchar y entender el mensaje de Cristo. Podemos pensar en César Augusto, que incomodó a gran número de personas ordenando que todo el mundo fuese al pueblo de que eran ciudadanos para ser empadronados, para hacer que se cumpliera la profecía del nacimiento de Cristo en Belén, conforme a la profecía que escuchamos en la clase bíblica hoy. Podemos pensar en los turcos que amenazaron las fronteras del Santo Imperio Romano, y llenaron de temor a toda Europa en el siglo XVI. Pero también mantuvieron a Carlos V tan ocupado en pelear con ellos que no pudo aplastar la predicación de Martín Lutero desde el principio como habría querido. Y Dios sigue en el control. Cuando pensamos en la manera en que Dios pudo cumplir sus propósitos a través de un hombre como Ciro, nos tranquiliza y nos da seguridad ahora también en las promesas fieles de nuestro Dios. Realmente, no nos dejará, y no nos desamparará.

Amen.