lunes, 11 de mayo de 2020

TENIENDO DESEO DE PARTIR Y ESTAR CON CRISTO





Cuando mi sobrina Rosemary era niña, fue durante una semana de retiro de verano con un grupo cristiano. Después de unos días, recibimos una carta de ella dirigida a su mamá, o sea mi hermana mayor y a mi Cuñado, y decía simplemente “por favor vengan y llévenme a casa hoy mismo”.  Lo que su mente infantil no podía comprender era, desde luego, que pasarían algunos días hasta que recibiéramos su carta y otros más antes de que pudiéramos ir a buscarla. Lo único que sabía su corazón de niña era que añoraba estar en casa con mamá y papa… y algo así puede ser difícil para un pequeño.

Filipenses 1. 23
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;

Las palabras elocuentes y llenas de gozo de Pablo expresan la actitud que todo cristiano debe tener hacia la vida y hacia la muerte. Para un cristiano, vivir es Cristo. La verdadera vida es imposible sin Cristo, la gran meta de la vida de todo cristiano debe ser servir y glorificar a su Señor. Si Cristo es verdaderamente nuestra vida, nuestra obsesión con él y nuestro gozo en él serán evidentes en todo lo que hagamos. Nuestros pensamientos y nuestros planes estarán centrados en él, y nuestras palabras y acciones constantemente darán testimonio de nuestro compromiso con aquel que nos ha hecho nuevas criaturas espirituales mediante la fe Jesús.

Pero sabemos que no siempre es fácil llevar una vida así ni reflejar este compromiso. Hay muchos obstáculos y enemigos, incluyendo la naturaleza pecaminosa que dentro de nosotros quiere que vivamos sólo para nosotros mismos. Sin embargo, como Pablo, podemos encontrar la fuerza para vivir por cristo en lo que el Espíritu Santo nos da a través de los medios de gracia. Podemos orar confiadamente por las ricas bendiciones que nos da el Espíritu. A medida que aumentamos diariamente en la gracia, en el conocimiento y en la fe viva, podemos hacer que las palabras de Pablo también sean nuestra propia confesión. “Porque para mí el vivir es Cristo”.  Solamente en esta clase de vida podemos encontrar verdadera satisfacción y gozo.

A veces podemos ser como mi sobrina Rosemary cuando pensamos en este mundo. Es fácil anhelar estar con Jesús y empezar a desear vivir ya en nuestra “morada eterna”, sabemos que este mundo nunca será realmente nuestro hogar. Como el apóstol Pablo, sentimos particularmente esto cuando las luchas de la vida son difíciles. Mientras estaba en Roma aguardando el juicio, el apóstol escribió: “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;” Filipenses 1: 23. Le encantaba servir al Señor., pero una parte de él añoraba estar con el Salvador.

¿Qué consolador es saber que tenemos la esperanza de estar con Jesús… e un hogar que es muchísimo mejor!



RLM