En
el último tiempo he estado explorando en la web muchas páginas de colegios de
diversos lugares del mundo para ver cómo definen su visión y misión y además
qué es lo que realmente hacen. De esta búsqueda resultan varias sorprendentes
coincidencias en varios aspectos. Por un lado, aparecen los componentes de la
visión, propósitos y valores de la institución que incluyen el trabajo
colaborativo entre profesores y con los padres. Luego, suelen haber fotos y
videos que parecerían evidenciar el buen clima de aprendizaje y los logros de
los alumnos. En Estados Unidos es muy común además decir que los egresados
del colegio secundario obtienen altos puntajes en las pruebas nacionales
estandarizadas e ingresan a las universidades más prestigiadas del estado o
del país.
La
pregunta que siempre me ronda por la cabeza es, si todo esto es así, ¿por qué
tantos alumnos no aprenden, la pasan mal, son reprobados o separados de los
colegios? Con eso en mente entré a una de las webs que tienen una definición
más atractiva de su quehacer. Se trata de la escuela pública de Nueva York
“Quest to Learn” (Q2L http://q2l.org/) que en su misión (en traducción libre)
dice que “apoya a todos los estudiantes en la búsqueda de la excelencia
académica, la responsabilidad social, el respeto por los demás, y una pasión
por el aprendizaje permanente. La escuela está comprometida en apoyar a cada
estudiante para alcanzar la excelencia requerida para ingresar a la
universidad y la carrera preferida, y permitir a todos desarrollar las
habilidades y hábitos mentales necesarios para navegar con éxito en el cada
vez más complejo mundo global.
Quest
to Learn conforma una comunidad de aprendizaje excepcionalmente vibrante que
reúne a estudiantes, educadores, diseñadores de juegos, especialistas en
planes de estudio y padres. Esta comunidad está comprometida con el éxito del
estudiante con un enfoque singular, pero también reconoce que el éxito de los
estudiantes depende en última instancia del compromiso de todos y cada uno de
los miembros de la comunidad en su participación y propio aprendizaje
continuo”. (termina la traducción)
Muchas
veces he sentido que el brochure (tríptico de propaganda) aguanta todo, y que
si de ese texto dependiera, todos los alumnos tendrían una excelente base
académica y brillarían en los talentos especiales que tienen. Pero, ¿es realmente
así?
Por
otro lado, si aprender es una consecuencia del pensar, y se aprende mientras
se aprende, no es acaso clave la pregunta ¿cómo es la docencia en esa
institución para que se garantice que eso ocurra en los alumnos? De hecho, no
podría ser una escuela con profesores rígidos, autoritarios, con disciplina
asfixiante, centrados en cumplir rígidamente con programas y estándares
pre-establecidos, con una agotadora sobrecarga de tareas y exámenes, y
desinterés por apoyar a alumnos con dificultades. Tendría que haber mucha
preocupación por cultivar la autoestima y seguridad interna de los niños, su
motivación, afectos, habilidades sociales, creatividad, razonamiento propio,
orientándose a algo que podría parecer romántico pero que los padres suelen definir
como el deseo de que “sus hijos sean felices”.
Los
padres deberían preguntarse ¿es realmente así la escuela a la que asisten
nuestros hijos? Los promotores y directores de los colegios deberían
preguntarse ¿estamos siendo realmente coherentes con la visión y misión que
nos hemos propuesto?
La
capacidad autocrítica de las instituciones educativas es algo poco frecuente.
Muchas instituciones prefieren vivir de la inercia que producen los logros
del pasado y las señales positivas de tener una larga lista de espera para
postulantes que quieren matricularse. Hasta que un buen día descubran que eso
no alcanzó y que han sido desplazados por instituciones nuevas que se
abrieron espacio en base a una educación siglo XXI. Ya se sienten pasos.
Están creciendo notablemente las nuevas iniciativas privadas en educación en
todas las capitales del Perú.
Dado
que hay colegios con capacidad autocrítica que se han percatado de esta
incoherencia y están haciendo su autoevaluación institucional, acreditación,
FODA, estrategia de mercado, plan de mejoramiento, etc. quien sabe les
resulte útil incorporar esta reflexión como un insumo para su discusión
interna.