lunes, 21 de mayo de 2012

LA ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL ECLESIAL DEBE RESPONDER A LAS EXIGENCIAS BÁSICAS


LA ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL ECLESIAL DEBE RESPONDER A LAS EXIGENCIAS BÁSICAS




La Estructura Organizacional más adecuada, debe responder en su desarrollo a las exigencias del medio – ambiente circundante y a las exigencias de sus miembros. Ambos factores influyen fuertemente en la misma organización. Gracias a ella hay menos interacción espontánea, cada uno tiene en ella su papel y sus funciones para conseguir la meta.

CONFLICTOS PERSONALES O CONFLICTOS ORGANIZACIONALES ¿CUÁL DE ELLOS?


CONFLICTOS PERSONALES O CONFLICTOS ORGANIZACIONALES
 ¿CUÁL DE ELLOS?





Es costumbre general atribuir conflictos automáticamente a la(s) persona(s) involucrada(s) en el conflicto. Hay una razón para ello, porque no hay conflicto sin personas involucradas. Es por eso que debemos tener la capacidad de distinguir entre:

1.    Conflictos personales, que necesitan de la ayuda personal.

2.    Conflictos organizacionales (de metas y de estructuras), que requieren de la aclaración o de la reorganización.

3.    Conflictos de grupos.

Suponemos, que la enorme mayoría de conflictos en las Instituciones Eclesiales organizadas son de tipo técnico (conflictos por falta de claridad en las tareas, en las responsabilidades, en los procedimientos) o de grupos, pero, se los trata como conflictos personales con dos consecuencias agravantes:

a.    No se resuelve el problema, el conflicto seguirá con otros actores.

b.    Se comete una grave injusticia contra las personas involucradas.

Ante los conflictos personales sigue siendo la mejor recomendación, que la selección de los que van ha desarrollar las diferentes tareas dentro de la Institución Eclesial sea exigente, porque la claridad en las virtudes requeridas evita posteriores problemas. Los conflictos técnicos – organizacionales tienen solución: Aclarar las metas y sus tareas correspondientes, especificar las formas de división y coordinación del trabajo, etc.

Pero, ante todo en casos de conflictos vale tener presente, que los que tienen a su cargo desarrollar las tareas dentro de la Institución Eclesial son solo un medio para nuestra eficacia en la evangelización. La fraternidad ha de ser la forma de trato en todo momento, porque somos hijos del mismo Padre.

Si hemos determinado correctamente el tipo de conflicto general, podremos empezar por resolverlos. Si no hacemos dicha distinción no se vera el horizonte de solución

LOS LIDERES CRISTIANOS TENEMOS QUE RENDIR CUENTAS DE LAS TAREAS QUE EJERCEMOS.


es necesario rendir cuentas. MÁS ahun si somos cristianos



“…CADA CUAL HACÍA LO QUE BIEN LE PARECÍA” (Jueces 17:6)

Nunca serás más vulnerable que cuando te escondes de los demás. El secretismo es el caldo de cultivo para el engaño, el cual nos conduce al pecado. Jesús afirmó que nos gusta más la oscuridad que la luz porque nuestras obras suelen inclinarse a lo malo (Juan 3:19). Dentro de nosotros existe una tendencia innata a pecar; por eso somos exhortados a “caminar en luz” donde nuestros motivos y nuestras acciones son transparentes y somos animados a evitar el pecado (1Juan 1:7). Pero para caminar en la luz y vencer al pecado necesitamos a personas a quienes rendir cuentas. “El necio cree que todo lo que hace está bien, pero el sabio atiende los consejos” (Proverbios 12:15).

Nuestro deseo de ser aceptados nos hace ocultar las luchas por la que pasamos. Pero la disposición a ser genuinos nos hace libres para reconocer nuestras debilidades y superarlas. La persona a quien rindas cuentas tiene que ser madura, conocedora de la Palabra de Dios, que sepa guardar confidencias y que te ame lo suficiente para confrontarte con la verdad. Y tú debes estar dispuesto a recibir lo que te digan. El rey Roboam “…desechó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él…” (1 Reyes 12:8). Este hombre sólo quería escuchar lo que le agradaba. Por ello buscó consejo en sus amigos, tan inmaduros como él, que le dijeron lo que quería oír. Esa decisión fue la causa de una gran rebelión en Israel. Entabla amistad, pues, con alguien que te diga lo que necesitas –no lo que quieres- escuchar.

Nada ilustra mejor nuestra naturaleza egocéntrica que esta frase: “…Cada cual hacía lo que bien le parecía” (Jueces 17:6). La filosofía de esa gente era: ‘No me digas lo que tengo que hacer.’ El problema con esa filosofía es que te deja sin equilibrio de poderes y te expone a la fuerza dominante de la carne. Todos podemos tener adición a algo. El primer paso para vencer esas adiciones es reconocerlas. Tal vez “…el pecado que nos asedia…” (Hebreos 12:1) sea una debilidad por la comida, o el sexo, el dinero, las drogas, el alcohol, la popularidad, el poder, la obsesión del trabajo o relaciones que no nos convienen. Cuando eres tentado por esas cosas, vas a capitular mucho más fácil si estás solo y actúas en secreto. “Porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá otro que lo levante” (Eclesiastés 4:10).

Cuando “se enciende la lucecita”, deberías ponerte en contacto de inmediato con tu equipo de apoyo y compartirles tus luchas. No dejes que la oscuridad de la situación te abrume. “Porque si caen, el uno levantará a su compañero…” (Eclesiastés 4:10). El orgullo que te hace ocultar las debilidades hará que siempre sigas siendo débil. La clave para romper ese círculo vicioso está en la humildad de reconocer el problema y buscar ayuda. Dios nos ha bendecido con personas maduras y compasivas que se hacen cargo de los conflictos humanos y nos ayudan a superarlos. Somos parte de la iglesia de Cristo, y “si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan” (1 Corintios 12:26). Dios mandó a Moisés: “…Escoge tú de entre todo el pueblo a hombres virtuosos, temerosos de Dios… Así se aliviará tu carga, pues ellos la llevarán contigo” (Éxodo 18:21-22).   

¡Acepta la ayuda que Dios te da!



CRISTIANO ¿CON QUIEN DEBERIAS CASARTE?


SI ERES CRISTIANO ¿con quien deberias casarte?


Sepa que la mujer con la que se casen será para toda la vida madre de sus hijos todo lo que ella sea, por las experiencia pasadas acumuladas, estará presente en la madre de sus hijos. Ninguna decisión afectara el futuro de sus hijos más importante que la elección de su compañera para toda la vida. La relación entre un hombre y su esposa afecta más a los hijos que ningún otro factor. Una pareja pudiera expresar sus diferencias únicas en privado, pero jamás podrá ocultarles a sus hijos los efectos. Recuerden, su familia no podrá ser mejor que lo que es la relación que tengan con su esposa- la madre de ellos.


Para un buen futuro quiero que noten estos requisitos:


1.- Cuando busquen una esposa y madre para sus hijos, el primer requisito es que ame al Señor y sea discípula de él (salva, hija de Dios). Ninguna otra cosa será capaz de sostenerla hasta el final. Necesitara saber orar. Una muchacha que ve con ligereza a Jesús hará lo mismo con su familia. Un hombre y su esposa son:


“coherederos de la gracia de la vida” (1 Pedro 3:7)  


Se necesitan dos en un yugo igual, para tirar la carrera familiar felizmente a su destino a través de los hostiles desiertos de la vida.


2.- El segundo elemento que hay que buscar en una futura esposa es alegría. Ahora, algunos pasarían por alto esta cualidad totalmente; pero no puedo recalcar demasiado el valor práctico de esta cualidad. La muchacha que es irritable y descontenta antes del matrimonio NO CAMBIARA repentinamente después. Todos pasamos por pruebas y adversidades. La muchacha feliz y alegre ha aprendido a manejarlas sin dejar de disfrutar la vida. No hay hombre que pueda hacer feliz a una mujer descontenta. La mujer que no encuentra el gozo que mana de una fuente interior, no la encontrara en las dificultades y pruebas del matrimonio y la maternidad.


Elijan con cuidado y con oración y la madre de sus hijos. Una muchacha sentida y que llora para manipularte será un grillete después del matrimonio. La alegría se deja ver mejor cuando las cosas no salen exactamente como ella quisiera.


3.- La siguiente cualidad que hay que buscar es gratitud. Cuando una muchacha no es agradecida con su familia o sus circunstancias, un cambio de ambiente y relaciones no la va a volver agradecida. La gratitud no es respuesta al ambiente en el que uno se encuentra, sino una expresión del corazón.


4.- Eviten a la muchacha de humor cambiadizo, malagradecida y descontenta. Si no está llena de gozo de vivir antes del matrimonio, seguramente no lo estará después. Lo que hay que recordar es que la personalidad y el temperamento no mejoran después del matrimonio. Cuando se elimina el freno social, la libertad que procede de una unión segura y permanente permite que uno exprese sus verdaderos sentimientos.


5.- Tomen nota de la actitud de una muchacha a su padre. No importa qué clase de canalla pueda ser él, si ella es rebelde con él, será doblemente rebelde con ustedes. Si se expresa irrespetuosamente de su padre o con él, lo mismo hará con ustedes.


6.- Otra cosa que hay que buscar es que sea una trabajadora diligente y creativa. No se casen con una muchacha floja y perezosa. La belleza envejece muy rápido cuando está guardada en la cama, enmarcada en el desarreglo y las quejumbres. Eviten a toda costa a la muchacha perezosa, si espera que la atiendan, que se case con un mesero. Suficiente trabajo tendrán criando hijos sin tener que criar también a la esposa.


7.- Jamás se casen con una muchacha que no esté convencida de que está consiguiendo al mejor marido del mundo cuando te consiga a ti. La muchacha que se embarca en el matrimonio pensando que le podía haber ido mejor, jamás estará satisfecha por estarse preguntando como hubiera sido las cosas si….


8.- Eviten la muchacha que está enamorada de su propia hermosura. Mejor sería casarse con una muchacha de apariencia sencilla que se contente con amar y ser amada que con una que se va pasar la vida tratando de preservar su belleza. La vida es demasiado grande y abundante como para desperdiciarla esperando a una mujer desilusionada que está mirando el espejo y lamentándose.


9.- Eviten como si fuera una plaga a la muchacha que persigue su propia carrera fuera del hogar. La esposa debe ser ayuda idónea para ustedes.


10.- El último requisito es amor por los niños. La muchacha que no quiere tener en su vida el estorbo de los niños, está sufriendo de un profundo dolor y va por el camino de la infelicidad. Algún día, si el Señor lo permite, tendrán sus propios hijos.


Extracto del libro: “Para Entrenar a Un Niño” por Michael y Debi Pearl