PRIMER MANDAMIENTO – TEMA 05
Conclusión
Cuando
tememos, amamos y confiamos en Dios sobre todas las cosas, entonces no tenemos
ningún ídolo, entonces Dios en verdad es nuestro Dios. Temer, amar y confiar en
Dios es algo que sucede en el corazón, así que Dios en este mandamiento nos
exige el corazón, de hecho todo nuestro corazón. (“Comprenderás ahora
fácilmente, qué y cuánto exige este mandamiento, esto es, todo el corazón del
hombre, toda su confianza depositada solamente en Dios y en ningún otro.” Cat. May.,
Mandamientos, #13). “Tener un Dios, retenerlo, es que el corazón lo atrape y se
adhiera a él.” Cat. May., Mandamientos, #15. Este mandamiento es el más grande.
Todos los demás están incluidos en él. Por eso nuestro Catecismo comienza la
explicación de todos los demás mandamientos con las palabras: “Debemos temer y
amar a Dios.” Si no tememos y amamos a Dios, no podemos cumplir ningún otro de
los mandamientos; por otro lado, cuando de corazón tememos y amamos a Dios,
guardaremos también todos los demás mandamientos. El cumplimiento de todos los
demás tiene que fluir del temor y amor de Dios. (Compare la pregunta 19). En
este Primer Mandamiento se resumen todos los demás. Con este mandamiento todos
los demás se cumplirán o se quebrantarán.