El cristiano es capaz de separarse de lo indeseable, o que no esté de acuerdo con las Escrituras, mientras permanece como miembro de la Institución. De hecho su influencia puede ayudar a evitar o eliminar tales adiciones no esenciales y objetables. EL CRISTIANO NO DEBE COMPROMETER SU FE POR LLEGAR A IDENTIFICARSE CON ESTAS INSTITUCIONES