Es fuerte la tendencia
humana a identificarse y confundirse a sí mismo con sus creencias dicha situación retrasa la
constitucionalidad organizacional.
Dichas
creencias mantienen defectos de personalidad como la arrogancia, el orgullo, la
necesidad de imagen, etc. Ellos juegan un papel bloqueador de los cambios que
requiere una institución. La única idea que he tenido para abordar esos casos
es dejar que actúe el tiempo. Algunas Instituciones logran superar esos vicios
con el tiempo, otras Instituciones seguirán hundiéndose irremediablemente.
Jamás he buscado actuar sobre Instituciones si primeramente no hay predisposición al cambio de sus directivos en los procesos de creación de futuros.
Jamás he buscado actuar sobre Instituciones si primeramente no hay predisposición al cambio de sus directivos en los procesos de creación de futuros.