Textos escolares de
historia matan el gusto por la historia
El Tiempo (Piura), La
Industria (Trujillo), Correo (Regiones), 05 Oct 2014
En su artículo “Down
With Textbooks” David Cutlerjan critica el uso que se hace de los textos
escolares de historia en los Estados Unidos porque le dan a los estudiantes una
pobre comprensión de lo que realmente significa estudiar historia (“The
Atlantic” 31/1/2014)
Los textos de historia
la presentan como algo acabado, que no cambia, pese a que la historia es
continuamente revisada y reinterpretada. Además, son unilaterales y ofrecen una
visión histórica centrada en personajes varones blancos.
Sin postular tesis o
argumentos a investigar o rebatir, los textos no reflejan la manera como los
historiadores abordan los problemas históricos. Todo lo escrito es predecible,
los problemas ya fueron resueltos, no hay conflicto ni suspenso, y se excluye
todo aquello que puede parecer negativo para el idealizado carácter nacional.
Por lo demás, tienen tanta información que impiden al lector comprender lo esencial lo que los
torna aburridos.
Los profesores que no
entienden lo que significa el trabajo de los historiadores se convierten en
recitadores de textos usando largos bancos de datos y pruebas de selección
múltiple basados en datos que deben ser
memorizados por los alumnos. Más sentido
sería llevar a los alumnos a investigar en diversas fuentes primaria para hacer
sus presentaciones. Eso podría despertar más interés y pasión que la repetición memorística
de hechos irrelevantes de recordación pasajera. Pero hay que conocer historia
para poder enseñarla. Además, los profesores deben ser capaces de evaluar a los
alumnos sobre la base de sus lecturas personales en fuentes que tengan
credibilidad científica y no con pruebas de selección múltiple. Hay que
desarrollar la habilidad de evaluar evidencias, plantear preguntas e intentar
responderlas usando las fuentes, escribir articulando la información para armar
argumentos. Esto es importante también
para construir una sociedad democrática con ciudadanos activos, protagonistas
de su destino nacional.
El uso de materiales
multimedia puede mejorar el abordaje pedagógico y posiblemente por un tiempo
más se usarán aún textos de historia, especialmente los que son interactivos e
invitan a los alumnos a interesarse por diversas fuentes y llevar a cabo
investigaciones sobre los temas de su interés. Pero aun así, nada reemplazará
al buen maestro de historia, apasionado, capaz de generar pasión por la
historia en sus alumnos.