Cuando se acerca
la temporada de verano, decidimos cuidarnos mejor, hacer ejercicio, comer
correctamente y, tal vez, bajar algunos kilos de más, para lograr estar en
forma este verano.
Por eso, nos
esforzamos por alcanzar la mejor condición física posible. Tratamos de comer más
o menos lo correcto, aunque nos encanta el pollo frito y el ceviche. Levantamos
pesas y caminar, pero sabemos que nuestros cuerpos no van a seguir mucho tiempo
en este mundo. Y nuestras fuerzas están disminuyendo.
Pablo nos dice:
1 TIMOTEO 4: 8
porque el ejercicio corporal para poco
es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta
vida presente, y de la venidera.
EL EJERCICIO
CORPORAL PARA POCO ES PROVECHOSO. El ejercicio físico trae algún provecho. También
tiene algún valor para el MINISTERIO DE JESUCRISTO. El pastor que es negligente
en el cuidado de su cuerpo puede acortar su tiempo de servicio. Sin embargo, el
valor del ejercicio físico y de la preparación es limitado.
Lo que es
importante es el prepararse para ser piadoso. La PIEDAD no es algo que nosotros
hagamos por nuestra propia cuenta, sino que consiste en la fe y en la vida que
Dios obra en nosotros: PARA TODO APROVECHA. El TODO es global. Incluye tanto
la vida presenta como la vida venidera. ¡Que maravillosas promesas del amor y
de la preocupación perdurables de Dios tiene el cristiano para esta vida
terrenal! Sencillamente no hay
comparación entre lo que es POCO PROVECHO y lo que PARA TODO APROVECHA. Sin
embargo, ¡cuán fácilmente nos distraemos de espiritualidad y de la piedad, para
prestarle más atención a lo que es solamente de valor para el cuerpo y para
esta vida!
La piedad puede
parecer aburrida, atemorizante e inalcanzable, pero su esencia es, simplemente,
el amor generoso: ocuparse más de los demás que de uno mismo. Esta clase de
amor es difícil que aparezca, pero surge al estar en la presencia del amor
personificado. Crecemos en amor y nos volvemos más amorosos cuando nos sentamos
a los pies de Jesús, lo escuchamos y charlamos con Él. De este modo nos
asemejamos cada vez más a aquel que es amor “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1. Juan 4:
8).
A mí me
parece que la vida es un viaje hacia el amor y que no hay nada más hermoso que
una persona piadosa. Sin duda, el ejercicio físico es bueno, pero hay algo muchísimo
mejor: AMAR.
RLM