lunes, 21 de mayo de 2012

CRISTIANO ¿CON QUIEN DEBERIAS CASARTE?


SI ERES CRISTIANO ¿con quien deberias casarte?


Sepa que la mujer con la que se casen será para toda la vida madre de sus hijos todo lo que ella sea, por las experiencia pasadas acumuladas, estará presente en la madre de sus hijos. Ninguna decisión afectara el futuro de sus hijos más importante que la elección de su compañera para toda la vida. La relación entre un hombre y su esposa afecta más a los hijos que ningún otro factor. Una pareja pudiera expresar sus diferencias únicas en privado, pero jamás podrá ocultarles a sus hijos los efectos. Recuerden, su familia no podrá ser mejor que lo que es la relación que tengan con su esposa- la madre de ellos.


Para un buen futuro quiero que noten estos requisitos:


1.- Cuando busquen una esposa y madre para sus hijos, el primer requisito es que ame al Señor y sea discípula de él (salva, hija de Dios). Ninguna otra cosa será capaz de sostenerla hasta el final. Necesitara saber orar. Una muchacha que ve con ligereza a Jesús hará lo mismo con su familia. Un hombre y su esposa son:


“coherederos de la gracia de la vida” (1 Pedro 3:7)  


Se necesitan dos en un yugo igual, para tirar la carrera familiar felizmente a su destino a través de los hostiles desiertos de la vida.


2.- El segundo elemento que hay que buscar en una futura esposa es alegría. Ahora, algunos pasarían por alto esta cualidad totalmente; pero no puedo recalcar demasiado el valor práctico de esta cualidad. La muchacha que es irritable y descontenta antes del matrimonio NO CAMBIARA repentinamente después. Todos pasamos por pruebas y adversidades. La muchacha feliz y alegre ha aprendido a manejarlas sin dejar de disfrutar la vida. No hay hombre que pueda hacer feliz a una mujer descontenta. La mujer que no encuentra el gozo que mana de una fuente interior, no la encontrara en las dificultades y pruebas del matrimonio y la maternidad.


Elijan con cuidado y con oración y la madre de sus hijos. Una muchacha sentida y que llora para manipularte será un grillete después del matrimonio. La alegría se deja ver mejor cuando las cosas no salen exactamente como ella quisiera.


3.- La siguiente cualidad que hay que buscar es gratitud. Cuando una muchacha no es agradecida con su familia o sus circunstancias, un cambio de ambiente y relaciones no la va a volver agradecida. La gratitud no es respuesta al ambiente en el que uno se encuentra, sino una expresión del corazón.


4.- Eviten a la muchacha de humor cambiadizo, malagradecida y descontenta. Si no está llena de gozo de vivir antes del matrimonio, seguramente no lo estará después. Lo que hay que recordar es que la personalidad y el temperamento no mejoran después del matrimonio. Cuando se elimina el freno social, la libertad que procede de una unión segura y permanente permite que uno exprese sus verdaderos sentimientos.


5.- Tomen nota de la actitud de una muchacha a su padre. No importa qué clase de canalla pueda ser él, si ella es rebelde con él, será doblemente rebelde con ustedes. Si se expresa irrespetuosamente de su padre o con él, lo mismo hará con ustedes.


6.- Otra cosa que hay que buscar es que sea una trabajadora diligente y creativa. No se casen con una muchacha floja y perezosa. La belleza envejece muy rápido cuando está guardada en la cama, enmarcada en el desarreglo y las quejumbres. Eviten a toda costa a la muchacha perezosa, si espera que la atiendan, que se case con un mesero. Suficiente trabajo tendrán criando hijos sin tener que criar también a la esposa.


7.- Jamás se casen con una muchacha que no esté convencida de que está consiguiendo al mejor marido del mundo cuando te consiga a ti. La muchacha que se embarca en el matrimonio pensando que le podía haber ido mejor, jamás estará satisfecha por estarse preguntando como hubiera sido las cosas si….


8.- Eviten la muchacha que está enamorada de su propia hermosura. Mejor sería casarse con una muchacha de apariencia sencilla que se contente con amar y ser amada que con una que se va pasar la vida tratando de preservar su belleza. La vida es demasiado grande y abundante como para desperdiciarla esperando a una mujer desilusionada que está mirando el espejo y lamentándose.


9.- Eviten como si fuera una plaga a la muchacha que persigue su propia carrera fuera del hogar. La esposa debe ser ayuda idónea para ustedes.


10.- El último requisito es amor por los niños. La muchacha que no quiere tener en su vida el estorbo de los niños, está sufriendo de un profundo dolor y va por el camino de la infelicidad. Algún día, si el Señor lo permite, tendrán sus propios hijos.


Extracto del libro: “Para Entrenar a Un Niño” por Michael y Debi Pearl