Buen empleo: educación
de primera ya no alcanza
El
Tiempo (Piura), La Industria (Trujillo), Correo (Regionales) , 18 Ago 2013
Un
fuerte editorial del reputado columnista Paul Krugman publicado en el New York
Times aboga por la necesidad de tener fuertes servicios estatales de bienestar
social financiados por los impuestos de quienes están en la cabeza de la
pirámide de ingresos. Señala que acumular excelente educación solo garantiza
acumular deudas para adquirir habilidades que el mercado pronto no necesitará,
debido al desarrollo de las nuevas tecnologías y formas de automatización. La
educación por lo tanto ya no es la respuesta a la creciente inequidad, si es
que alguna vez lo fue (lo cual Krugman pone en duda) (Sympathy for the
Luddites, June 13, 2013)
Hace
recordar que en 1786 los trabajadores textiles de Leeds (Inglaterra)
protestaron contra la creciente instalación de las máquinas que estaban
reemplazando tareas que solían hacer los trabajadores manuales especializados.
En su protesta decían ¿cómo van a mantener a sus familias esos trabajadores
despedidos? ¿Qué habilidades van a enseñarles a sus hijos?
Eran
preguntas relevantes sobre la mecanización, que en el largo plazo elevó el
nivel de vida de la sociedad británica, pero en lo inmediato afectó a miles de
familias especialmente de quienes se esforzaron por adquirir las habilidades
requeridas por el mercado que devinieron en inservibles.
Krugman
se pregunta si estamos viviendo hoy una época similar y qué hacer al respecto.
Hasta
hace poco, la clave para lidiar con las mejores oportunidades para lidiar con
los cambios tecnológicos en el empleo era adquirir más educación. Pero ahora,
eso ya no es la respuesta suficiente. Si bien sigue habiendo una brecha entre
los graduados universitarios y los que no son graduados, eso no explica por qué
el 1% de la sociedad acumula ganancias mucho mayores que los trabajadores y
profesionales altamente educados. Ahora ambos, los calificados y no calificados
se encuentran igualmente desplazados y devaluados y adquirir más educación no
resolverá el problema porque sistemáticamente la porción de la torta del
ingreso que corresponde al capital crece y la que corresponde a remuneraciones
decrece, no solo en EE.UU. sino en todos los países industrializados (reportes
de OIT).
El The
McKinsey Global Institute recientemente ha dado a conocer un informe que señala
que una docena de nuevas tecnologías anuncian nuevas disrupciones del mercado y
sus convenciones sociales, afectando a trabajadores altamente calificados que
han invertido mucho tiempo y dinero en su formación. Menciona que habrá mucha
automatización de trabajadores del conocimiento con software haciendo lo que
hasta ahora hacen graduados universitarios. Robots avanzados reducirán las
necesidades del empleo manufacturero e incluso se reemplazarán algunas
profesiones médicas.
¿Quién
mantendrá a las familias de los desempleados y familias endeudadas para educar
a jóvenes que se califican en áreas que el mercado ya no necesitará? La
educación ya no será la respuesta a estas crecientes inequidades.
¿Cuál
sería entonces la solución para que se mantenga una sociedad de clase media en
la que los ciudadanos tienen una razonable certeza de que podrán mantener una
vida decente en la medida que trabajan duro y se mantienen dentro de las reglas
de juego sociales? Tener una fuerte red de asistencia social, que no solo
garantice el acceso al cuidado de la salud sino también de ingreso mínimo. Y
dado el incremento continuo del ingreso hacia el capital en desmedro del
trabajo, esa seguridad tendrá que ser pagada por los importantes impuestos
sobre inversiones y ganancias.
Krugman
dice que puede imaginar que esto acarreará un griterío de los conservadores que
denunciarán los demonios del rol del estado en la redistribución, pero lo que
no tiene claro es ¿qué proponen como alternativa?