¿Para qué estudias si no vas a
poder trabajar?
El Tiempo (Piura), La Industria
(Trujillo), Correo (Regionales) , 30 Jun 2013
Para
qué estudias si no vas a poder trabajar en lo que estudiaste es una pregunta
que deberían hacerse los postulantes a las universidades del mundo, ya que
solo 1 de cada 2 podrá ejercer la profesión para la cual se están formando.
El 39% de los empleadores mundiales opina que la falta de habilidades
laborales de los egresados es la principal razón detrás de las vacantes que
no logran llenar. Esto se desprende del el estudio ‘Educación para el empleo:
diseñando un sistema que funcione’, de McKinsey Center for Government
publicado por eltiempo.com el 18/5/2013. En él se pone de manifiesto la
desconexión entre empleadores, instituciones educativas y jóvenes, que es y
será una de las causantes del desempleo juvenil en el mundo que llega a unos
75 millones de personas.
McKinsey
encuestó a 8,000 jóvenes, empleadores e instituciones de nueve países:
Alemania, Arabia Saudita, Brasil, Estados Unidos, India, Marruecos, México,
Reino Unido y Turquía para constatar en todos lados que a la par que hay gran
desempleo, también hay gran dificultad para encontrar jóvenes preparados para
lo que los empleadores requieren.
McKinsey
encontró que solo 28% de los jóvenes consigue su primer empleo antes de
graduarse y un 26% 3meses después. El resto toma 6, 12 y más meses para
emplearse. Sin embargo, solo el 55% de los que consiguen ubicarse
laboralmente lo hacen en el mismo campo en el que estudiaron.
El
caso más grave de desempleo juvenil se presenta en Europa, principalmente España,
donde al menos cinco de cada 10 muchachos están desocupados. En América
Latina el 51.7% de los jóvenes no estudian ni trabajan; en México llega a 23%
y en Colombia a 20%.
El
estudio de McKinsey Center for Government también revela que los jóvenes eligen
“casi a ciegas” qué van a estudiar desde el punto de vista de la información
del mercado laboral que rige las profesión elegida, por lo que desconocen las
verdaderas posibilidades de empleo que tendrán en el futuro
McKinsey
Center for Government plantea algunas recomendaciones:
Todo
esto no es novedad para el Perú. En la CADE 2006 coordiné una mesa con la
participación de Franco Giuffra (BCP), Patricia Salas (CNE) y Gustavo Yamada
(CIUP) en la que se señaló claramente que había una creciente brecha entre la
educación y el mundo laboral que debía abordarse para articular la oferta
educativa con la demanda laboral. Particularmente Gustavo Yamada les planteó
a los empresarios financiar la creación de un centro de estudios del capital
humano que viera la formación profesional en el espejo del mercado laboral,
pero no hubo mayor interés en asumir el reto.
Yamada
y Giuffra señalaron que la falta de información sobre carreras profesionales
y técnicas, tasa de ocupación y remuneraciones hacía que el sistema educativo
sea improductivo y estafe las ilusiones de los postulantes. Eso explicaba por
ejemplo por qué había 43,000 estudiantes de Derecho y Ciencias Políticas y
40,000 estudiantes universitarios de pedagogía primaria y secundaria (además
de 80,000 más en los ISP), de los cuales ni siquiera el 5% iba a conseguir
trabajo bien remunerado en su profesión. LA educación peruana aún usa
patrones de principios del siglo XX, con el predominio de los abogados,
administradores, médicos y educadores, con poco énfasis en profesiones
técnicas y universitarias modernas propias de la economía global del siglo
XXI.
Una
política de estado concerniente a los jóvenes podría considerar cerrar la
brecha informativa, sin lo cual se seguirá estafando a quienes buscan que
cultivarse con la formación universitaria.
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