¿LA DIVISIÓN DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS?
Dios
en una ocasión estableció un pacto con el pueblo de Israel en el cual les dio
los Diez Mandamientos. (Deut. 5:2). Este pacto, el de la ley, no debía durar
para siempre, sino solamente hasta Cristo. Luego debía entrar en vigencia un
nuevo pacto en su lugar. (Jer. 31:31). Hay, entonces, dos pactos, uno antiguo y
otro nuevo. Otra palabra que se usa por pacto es testamento. Tenemos también
dos testamentos, uno antiguo y otro nuevo. Todo el tiempo en que estaba vigente
el antiguo pacto, el antiguo testamento, o sea, todo el tiempo antes del
nacimiento de Cristo, se llama también el Antiguo Testamento. Todos los libros
de la Sagrada Escritura que los profetas escribieron en el tiempo del antiguo
pacto, antes de Cristo, y se entregaron a la iglesia judía, se conocen como
colección con el nombre de Antiguo Testamento. Todos los libros de la Escritura
que escribieron los evangelistas y apóstoles después del nacimiento de Cristo,
y entregaron a la iglesia cristiana, se llaman el Nuevo Testamento. Así
dividimos las Escrituras en el Antiguo y el Nuevo Testamentos. (Aquí, si hay
tiempo y es necesario, se puede hablar de los libros individuales de las
Escrituras, de su división en libros históricos, doctrinales y proféticos,
etc.)
Los
dos Testamentos, el Antiguo y el Nuevo, nos instruyen para la salvación por
medio de la fe en Jesucristo. Están de acuerdo en su doctrina. Pero el Antiguo
Testamento señala en profecía al Cristo venidero, mientras el Nuevo Testamento
mira hacia el pasado al cumplimiento de las profecías en el Cristo que ya
apareció.
Como
conclusión. Una breve amonestación para que no permitan que nadie les quite su
fe en la Biblia como la palabra de Dios, y para que usen diligentemente la
Escritura.
a.